Tarde de cine.

Hoy ha sido un concierto, otro día fue una película, y dentro de unos días una buena tarde con él y su guitarra.

Imaginaos el plan: parque, toalla y guitarra.

¿Tengo que decir algo más o ya veis lo perfecto que puede ser?

Ese es problema que tanto vosotros como yo lo vemos un plan perfecto para una tarde de primavera. Y nada, absolutamente nada es perfecto. Siempre hay algo que sale mal.

Pensareis que soy excesivamente pesimista pero es que yo nunca tengo tanta suerte.

Crucemos los dedos y ojala salga bien porque la ilusión que tengo no me cabe en el pecho.

Y sí, todo acabó con un bonito y esperanzador: continuará...