No me gusta sacarme fotos. Tampoco me gusta mi sonrisa; ni mi risa. No me gusta como soy. Odio mis inseguridades. Odio mi carácter y mis sentimientos. Odio confiar tan poco. Odio ser tan buena a veces y que por eso me tomen el pelo. No quiero ser invisible, pero lo soy, no importa donde esté. Odio esta soledad que me invade a veces. Aún así el silencio me abandonó hace tiempo y mi mente grita sin parar en un torbellino de ideas y recuerdos. No quiero llorar tanto, se me cansan los ojos. No entiendo lo poco que esta sociedad valora las cosas bonitas y a las personas. No soporto deprimirme y no encontrar consuelo. Odio ser tan estúpida a veces y meter la pata en todo lo que trato de hacer. Odio odiar tanto.
Por todo esto y más, callo y escribo.
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