Queridos abuelos.

2 de Enero de 2016

Hoy, como en todas las navidades, nos reunimos la familia.

Vamos a comer todos juntos, charlamos, nos reímos, contamos anécdotas, damos noticias, hablamos de lo mal que va el mundo o de lo divertido que es ver bailar al pequeño de la familia con canciones de Loquillo.

Es decir, hacemos un resumen de nuestro año comprimiéndolo en unas pocas horas de charla, comida y bebida.

Los veo una vez al año, son casi como unos desconocidos que se vuelven conocidos en unas horas. Y, a veces, recuerdas que lo que en su origen nos une no lo conociste...

Queridos abuelos desconocidos.

Hoy me he acordado de vosotros, y como otras muchas veces pienso en lo que me hubiese gustado conoceros y saber cómo erais. Porque las pocas fotos borrosas y en blanco y negro que he visto no hacen justicia.
No se si mi abuela sonreía mucho, no se si cocinaba bien o si mi abuelo contaba cuentos. No se si les gustaba pasear por las mañanas o si se sentaban al sol.
No se si les gustaba leer, hacer crucigramas o pintar.

Queridos abuelos, hay tanto que me gustaría saber de vosotros.

Aunque lo que sí se seguro, que os habría querido mucho.