domingo, 24 de enero de 2016

Respiremos hondo.

Siempre tengo todos los años durante el curso un par de crisis existenciales en las que te planteas todo lo que has hecho y decidido a lo largo de tu vida de estudiante, ya sea recientemente o hace años.

Pues parece que ya tocaba una de esas crisis. Justo ahora, que estoy de exámenes y tengo tantísimo tiempo para pensar o distraerme por cosas así...


Es de estas veces que empiezo a pensar que en qué carrera me he metido. Es verdad que me gusta, me gusta realmente lo que hago, pero ¿soy capaz?

Es tan complicada a veces que creo que no puedo. Que no voy a poder.

Y son tantas las cosas que se me han dado siempre mal y aún así me he decidido por una carrera que tiene todo eso, pero multiplicado por 1000.

¿P o r   q u é?

¿Que pensé que se me iba a dar bien escogiendo esta ingeniería? ¿Qué creía? ¿Qué lo que antes se me daba mal ahora iba a conseguir sacarlo? Eso no iba a cambiar y ya lo sabía.

Y todo esto se que, en parte, es pasajero, que volveré a relajarme dentro de un tiempo, pero aún así, hay demasiadas asignaturas difíciles que me esperan en el segundo cuatrimestre... Ahí si que no tendré tiempo para nada. Y hace que me plantee si quiero esto o no.

Se que no voy a renunciar, pero lo voy a pasar mal hasta que me vea las asignaturas de este curso aprobadas. Y no se si quiero pasar por todo eso.


Y claro, eso conlleva otro problema ¿podré mantener el blog?

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