Esta novela es la primera que leo de la autora Kimberly McCreight y con la que debutó en 2013, en España llegó en junio de la mano de Nocturna Ediciones, y a mi estantería llegó gracias a la caja literaria de julio de Seven Colors Books.
RECONSTRUYENDO A AMELIA
Cuando a Kate Baron la llaman del prestigioso colegio privado al que asiste su hija porque la van a expulsar durante unos días, ella se queda atónita.
¿Qué motivo pueden tener para castigar a Amelia, que siempre ha sido una alumna aplicada?
Sin embargo, ese interrogante pierde relevancia cuando llega y se topa con la calle llena de policías: su hija se ha suicidado saltando desde el tejado. Sólo que Amelia no saltó...
O eso le asegura alguien días después en un mensaje.
La novela empieza presentándote a unos personajes y una situación que nos lleva a lo inevitable -que ya sabemos porque viene en la sinopsis-, el supuesto suicidio de Amelia, una estudiante modelo de 15 años. Después de ese trágico suceso y un mensaje de texto dirigido a la madre de Amelia, Kate, el libro coge ritmo enseguida y no puedes dejar de leerlo ni un momento; con la investigación que empieza Kate para averiguar el por qué de ese mensaje se van planteando más preguntas que respuestas conseguimos.
Durante el desarrollo del libro se tratan temas como son el acoso escolar, las redes sociales y su -mala- influencia, la homosexualidad, los grupos de instituto, las malas relaciones, etc. Y vamos a ir descubriendo cosas que ocurren que me han hecho echarme las manos a la cabeza varias veces de pensar cómo se ha podido llegar a ellas.
La influencia de las nuevas tecnologías y las redes sociales en los jóvenes resulta aterradora en esta novela. Te pone los pelos de punta ver con qué facilidad y libertad se puede acosar a una persona e incluso difundir imágenes personales impunemente.
A lo largo del libro hay varias líneas temporales que se van alternando en los capítulos, también nos encontramos con cambios de narradores, Amelia y Kate, y eso hace que nos deje en ascuas cuando cambia a otro capítulo y otro narrador pero es bastante dinámico y tiene sentido la manera en la que hace que todo tenga relación para que el lector no pierda interés y sea una lectura ágil.
Después de capítulos más largos la autora intercala mensajes del Facebook de Amelia y chats con otras personas para proporcionar algo de luz en todo este asunto y plantearle al lector nuevas preguntas y unas pocas respuestas.
Con respecto al final, tengo que admitir que yo no me lo esperaba (he visto reseñas en las que sí que lo habían intuido pero yo la verdad es que no). En los últimos capítulos se van resolviendo algunos interrogantes además del principal y dejan una buena sensación después de tanta tensión.